lunes, 1 de julio de 2013

Comida en tiempos de guerra

Las guerras, acontecimientos terribles que han hecho derramar ríos de sangre durante siglos no obstante, cuando las tropas no están luchando están reforzando sus municiones estomacales, esto quiere decir, alimentándose. No podemos olvidar las suculentas aportaciones que debido a su practicidad han contribuido al mundo de la cocina. Así, en los ejércitos napoleónicos se sitúa el origen de las latas de conserva. Debido a la necesidad de encontrar un modo de avituallar a sus tropas durante sus largas campañas bélicas, Napoleón prometió 12.000 francos al que encontrara un procedimiento de conservación de alimentos. El maestro confitero Nicolás Appert consiguió este premio con la invención de la lata de conserva, pero lo que no se inventaría hasta 1858 fue el abrelatas, por lo que los soldados debían abrirlas con bayonetas, piedras o disparos de fusil. Un aparato imprescindible en cualquier cocina, el horno microondas, también tiene su origen en al ámbito militar. En 1945, un ingeniero norteamericano, Percy Spencer, estaba investigando con un magnetrón para utilizarlo como radar. Un día, Spencer comprobó que se había fundido una tableta de chocolate que guardaba en un bolsillo. De ahí a idear un horno para aprovechar ese calor hubo sólo un paso; había nacido el microondas.

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