lunes, 10 de junio de 2013

La invención del papel higiénico

Un dato curioso sobre la historia del papel higiénico. La vez pasada veía en una de mis series de comedias favoritas una discusión sobre la historia del papel higiénico. Personalmente me pareció intrascendente y me uní a las risas que acompañaban el programa, pero después me puse a pensar que realmente detrás de aquella suavidad inmaculada que utilizamos a diario para nuestras necesidades corporales debía haber una interesante historia pues investigando me topé con que si tenía una cronología(¡¡¡ Y de larga data!!!) ante mi sorpresa comencé a escribir: Materiales diversos eran utilizados antes de la invención del papel higiénico como: hojas de lechuga, trapos, pieles, césped, hojas de coco o de maíz. Los antiguos griegos se aseaban con trozos de arcilla y piedras, mientras que los romanos, algo más sofisticados, se servían de esponjas amarradas a un palo y empapadas en agua salada. Por su parte, los inuit optaban por musgo en verano y por nieve en invierno, y para la gente de zonas costeras la solución procedía de las conchas marinas y las algas. Los primeros en crear y usar papel higiénico fueron los chinos, quienes en el siglo II a. C. ya diseñaron un papel cuyo uso principal era el aseo íntimo. Siglos más tarde (más o menos por el siglo XVI), las hojas chinas de papel destacaban por su gran tamaño (medio metro de ancho por 90 centímetros de alto)Y eran utilizadas de acuerdo a la posición jerárquica de sus usuarios: los propios emperadores y sus cortesanos. En cuanto a higiene personal las clases sociales estaban bien delimitadas. Los antiguos romanos de las clases pudientes utilizaban lana bien empapada en agua de rosas, mientras que la realeza francesa utilizaba nada menos que encaje y sedas. La hoja de cáñamo era el más internacional de los materiales utilizados por los ricos y poderosos. Joseph C. Gayetty fue el primero en comercializar el papel higiénico en el siglo XIX (1857). El producto primigenio consistía en láminas de papel humedecido con aloe, denominado "papel medicinal de Gayetty", un auténtico lujo para quienes querían cuidar su piel. El nuevo producto, de precio prohibitivo, se comercializaba bajo un visionario eslogan: "La mayor necesidad de nuestra era, el papel medicinal de Gayetty para el baño". Durante, 1880 los hermanos Edward y Clarence Scott comienzan a comercializar el papel enrollado que hoy conocemos. Una presentación en sociedad llena de obstáculos dados los muchos tabúes que rodeaban al nuevo producto. Por la época se consideraba inmoral y pernicioso que el papel estuviera expuesto en las tiendas a la vista del público en general. No obstante tanto aloe y tanta "suavidad" no era del todo cierta ya que, en 1935 se lanza un papel higiénico mejorado bajo el reclamo de "Papel libre de astillas". Esto nos hace deducir que lo habitual de la época era que el papel higiénico contara con alguna que otra impureza. La importancia del papel higiénico en nuestros días es incuestionable, testigo de ello es el reconocimiento recibido por Kimberly-Clark en 1944 a cargo del Gobierno de los Estados Unidos. El motivo de dicho reconocimiento fue (citamos palabras textuales) "Su heroico esfuerzo en el suministro a los soldados durante la II Guerra Mundial" De ser un producto venido a menos y vendido discretamente en las trastiendas, el papel higiénico se ha convertido en el protagonista de pasarelas de moda, obras de arte y delicados trabajos de papiroflexia. En el terreno de la moda, es célebre el certamen Cheap Chic Weddings Toilet Paper Wedding Dress Contest, que cada año reúne en Estados Unidos a las más originales propuestas de vestidos nupciales confeccionados con papel higiénico. Si hubiera sido uno de los personajes de la serie que vi, le hubiera dicho al protagonista: ¡Oye yo conozco esa historia!

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